Desde la Mesa de Negociación de la Habana entre el Gobierno de Colombia y las FARC se estableció que la primera acción a desarrollar, una vez haya sido firmado el acuerdo final para la terminación del conflicto, es la realización de la refrendación ciudadana de lo acordado entre las partes. Así, la aprobación o el rechazo por parte de la ciudadanía frente al Acuerdo es un paso fundamental, que hace de la consulta al pueblo colombiano un elemento indispensable para la materialización del Proceso de paz.
Para este in, el Gobierno promovió el proyecto de Ley Estatutaria No. 941/15 Senado – 16/15 Cámara, aprobado por el Congreso de la República y posteriormente por la Corte Constitucional en la sentencia C-379/16, con la que se aprobó la realización de un Plebiscito para la refrendación popular del Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Este proceso de refrendación fue aceptado por las FARC al enunciar el acuerdo sobre la dejación de las armas.
Si bien el plebiscito es un mecanismo de participación ciudadana previsto desde la Constitución de 1991, hasta la fecha nunca se ha hecho uso del mismo, lo que genera una serie de incertidumbres sobre su operatividad y efectos. Más aún, si se tiene en cuenta que se introdujeron modificaciones al diseño planteado hace más de 20 años sobre este mecanismo de participación, y que serán puestas en marcha en los próximos meses.
Así, la falta de claridad sobre el funcionamiento del mecanismo en lo relativo a las campañas que se desarrollen por el SÍ y por el NO, al igual que la falta de regulación, se convierten en un primer riesgo para el proceso de votación que se avecina. Sin embargo no es el único. En el marco de una campaña que desde ya se visualiza como una de las más polarizadas en Colombia en los últimos años, y en el contexto de expectativa que generan el in del conflicto y la desmovilización de las FARC, el proceso de paz con el ELN y la persistencia de otros factores de conflictividad como el crecimiento de cultivos ilícitos o la persistencia de Bandas de Crimen Organizado, la violencia política y el fraude electoral son elementos fundamentales a tener en cuenta por su capacidad de afectación al correcto desarrollo del plebiscito.
Con el objetivo de generar alertas tempranas sobre los factores de riesgo que se ciernen sobre este ejercicio electoral, el Grupo Técnico de Mapa de Riesgo convocado por la MOE, conformado por analistas de organizaciones sociales, universidades y centros de pensamiento, estudió y procesó la información sobre las variables que se considera fundamental tener en cuenta en la tarea de prevenir las amenazas y atender las vulnerabilidades que generan riesgos para los comicios que se avecinan.
Mapas_de_Riesgo_Electoral_Plebiscito_parPUBLICACIONES RELACIONADAS:
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